Dicen que el Perú es una larga suma de oportunidades perdidas. Pero también es cierto que esa es sólo una frase, que la vida de la gente en nuestro país no ha sido un vacío sino muchas hazañas personales y colectivas.

Como sea, Susana Villarán al frente del municipio de Lima, César San Martín al frente del Poder Judicial dan esa sensación de que muchos procesos y nudos pueden deshacerse y que algunas cosas dependen de las personas que las impulsan, del liderazgo que puedan imprimir y no tanto de las instituciones, estructuras y pesadas tradiciones.

El combate a la corrupción institucionalizada y galopante es una prioridad para todos. Ambos, Villarán y San Martín, lo han dicho. La participación ciudadana, la transparencia, la rendición de cuentas, erradicar la impunidad y eliminar el falso espíritu de cuerpo (ese nefasto otorongo que no come otorongo ni puma ni gato) es clave para ganar la confianza de la ciudadanía. Hay cosas claras por dónde empezar: fortalecer la OCMA en el Poder Judicial, hacer transparentes las contrataciones e inversiones en el Municipio.

Las elecciones también son una oportunidad. Hay de todo en este menú: de derechas, de izquierdas, de centros. Y anti-demócratas fujimoristas. Tenemos la oportunidad simple de ratificar que a estos últimos no los queremos gobernando el país.

PERUNET

KAUSAJUSTA